Los pacientes de cáncer que han sido hospitalizados por problemas de salud mental antes de su diagnóstico de cáncer enfrentan un mayor riesgo de morir a causa de la malignidad, según investigadores médicos en Canadá y los Estados Unidos.
Los investigadores están pidiendo más apoyos psicosociales, como consejería de salud mental, para las personas con cáncer. Señalan evidencia emergente de que las tasas de supervivencia del cáncer están influenciadas por el estado mental de un paciente.
Según el equipo con sede en la Universidad de Toronto y el Instituto de Ciencias de Evaluación Clínica, los hallazgos resaltan por qué las personas en riesgo necesitan ser marcadas y ofrecerse ayuda, como los servicios de psicooncología.
Por ejemplo, los trabajadores sociales, los terapeutas de música y arte, los psicólogos y los psiquiatras pueden ofrecer asesoramiento y terapias para ayudar al paciente y su familia a enfrentar el cáncer, reducir el estrés y mejorar el bienestar emocional.
“Como urólogo que atiende pacientes con cáncer, no tengo tiempo necesariamente para sentarme por 30 minutos y realmente averiguar qué necesitan“, dijo la Dra. Zachary Klaassen, profesora asistente y oncóloga urológica en el Centro de Cáncer de Georgia.
“Todo se reduce a la conciencia y disposición del oncólogo para enviar una referencia” a sus colegas de psicooncología para obtener un buen historial psiquiátrico del paciente y realizar un seguimiento regular.
Antes, los investigadores no podían tener en cuenta el historial psiquiátrico anterior de los pacientes. Ahora, Klaassen y su equipo han reunido los registros de salud de más de 675,000 pacientes adultos con cáncer en Ontario. Al hacer una referencia cruzada de los registros, pudieron ver el panorama general de cómo la supervivencia del cáncer se relacionaba con el uso de los servicios psiquiátricos en los cinco años previos al diagnóstico de cáncer.
Los pacientes en el estudio habían sido diagnosticados con uno de los 10 cánceres comunes de órganos sólidos (próstata, mama, colorrectal, melanoma, pulmón, vejiga, endometrio, tiroides, riñón y oral) de 1997 a 2014.
Al comparar el uso de los servicios de salud mental de estos pacientes para controlar a los pacientes que no tenían un problema de salud mental, Klaassen encontró que el riesgo de muerte prematura por cáncer empeoraba a medida que aumentaba el nivel de ayuda psiquiátrica que buscaban las personas.
Alrededor del 45 por ciento de los pacientes con cáncer en el estudio (304,559) se sometieron a una evaluación psiquiátrica como paciente ambulatorio, a menudo por un médico de familia. Otro 53 por ciento (359,465) no había usado ningún servicio psiquiátrico.
Klaassen advirtió que los hallazgos no significan que ver a un psiquiatra signifique que alguien morirá de cáncer de inmediato. Le sugirió que los pacientes y sus médicos debían estar más atentos.
