¿Encandilamiento, enamoramiento o amor?

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    Conocer alguien que te atrae a primera vista, es una señal ilusoria que con esa persona se puede llegar a concretar algo; ese es el primer efecto del encandilamiento, luego en la medida que se va conociendo un poco más a fondo, la atracción se va potenciando.

    Luego surge otro proceso, donde se observa al otro con mirada propia y se tiende a superponer en ella todas las cualidades imaginables, las que indudablemente son las primeras burbujas cuya presencia hace sentir mariposas en el estómago.

    Esta última reacción, desarrolla la primera expectativa más frecuente, sentir una especie de enamoramiento, donde casi de inmediato surge la aparente opción de creer que, con esa persona se puede llegar a formalizar una relación cuya perfección se vislumbra como parte de la ensoñación que el proceso conlleva.

    Todas estas instancias generan sueños, los que en el cerebro secretan la famosa serótina, sintiendo estados de felicidad que según los protagonistas se podría extender a lo largo de la vida.

    Al correr del tiempo, aquellas ilusiones pueden potenciarse o bien disminuir, dejando en claro que las primeras imágenes comienzan a desaparecer y aparece la cruda realidad, es entonces cuando se puede llegar a tomar la determinación de continuar aquella relación o alejarse de ella.

    Si toma la opción de quedarse para intentar profundizar con mayor fuerza dicha relación, el camino a seguir es la aceptación del otro tal y como es, e ir más allá de las primeras ilusiones, encantamientos o enamoramientos.

    Es ahí cuando emerge un  verdadero sentimiento el que, si se trabaja en conjunto con la pareja, se transforma en un auténtico amor y se convierte en un estado que se va desarrollando gradualmente.

    El amor implica un trabajo no solo de aceptación del otro con sus bonanzas y dificultades, sino de uno mismo, teniendo en claro que, para lograr un consenso en la relación, se tienen que ceder espacios internos y externos, desarrollando la enorme capacidad de adaptación y aceptación, donde es relevante sostener ciertos límites para no transgredir los espacios propios y los del otro u otra.

    Desarrollar el amor no es un trabajo fácil, pues no es una materia sobre la cual se aprenda en los colegios, solo se conoce a través de la experiencia personal de vida.

    Como todo en la vida, existe un hermoso aprendizaje para amar realmente.

    POR PAOLA RIOSECO PRADO

    www.terapiasdeautoayuda.cl

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