Un sacerdote retirado de la Arquidiócesis de Regina se enfrenta a la extradición a Escocia para enfrentar cargos de abuso físico y sexual mientras trabajaba en escuelas de día y de internado.
El padre Robert MacKenzie ha sido acusado por las autoridades escocesas por abuso, que supuestamente ocurrió cuando ocupó cargos en las escuelas. Las autoridades escocesas obtuvieron una orden de entrega del Ministro de Justicia de Canadá el 22 de marzo, que autoriza la extradición.
Un portavoz de la Oficina de la Corona de Escocia y el Servicio Fiscal de la Fiscalía indicaron que no están en condiciones de presentar cargos completos. Agregó que los cargos completos solo se pueden obtener en Escocia una vez que el acusado haya sido llevado y se presente a una audiencia preliminar.
MacKenzie, de 85 años, aún se encuentra en Canadá, según un portavoz de la Arquidiócesis de Regina. Las autoridades escocesas están haciendo arreglos para el acompañamiento médico durante su extradición y mientras esperan juicio en Escocia.
MacKenzie se unió a la Arquidiócesis de Regina en 1988 y se retiró del ministerio parroquial en 2002. Durante su estancia en la arquidiócesis, sirvió en dos iglesias de Regina, el Santísimo Sacramento y la Santísima Trinidad, antes de mudarse a San Juan Evangelista en Marquis, Sask., en 1989 y luego a San Patricio en Cupar, Sask, donde trabajó hasta su jubilación.
