El ser humano está lleno de conceptos en relación a este tema, pues de alguna manera considera la carencia o la abundancia desde el enfoque del dinero, sin considerar que existen diversas formas que manifiestan esta condición.
Tenemos el claro caso de alguien que no tiene medios económicos y quizás viva en situación de calle, pero para aquellas personas que se podrían claramente llamar escasos o carentes, existen otros conceptos. Su sentido de solidaridad les permite acceder a diversas formas de conexión con el otro y a través de eso, se van potenciando bajo otros condicionamientos, desarrollando casi un sentido de hermandad con aquel que se encuentra en la misma frecuencia, generando una gran riqueza interior.
Ambos aspectos son parte de un concepto que está condicionado a obtener bienes materiales, dejando de lado otras opciones del tema, encuadrando la abundancia en una limitada forma de manifestación de la vida, lo que reduce grandes posibilidades de alcanzar otras instancias que permitan al ser humano ser realmente abundante.
No solo lo material es la manifestación de este, existen tantas formas y tantas expresiones que son parte de un tesoro humano, como lo es el hecho de saber compartir, de ofrecer generosamente actos heroicos, de ser amorosos y cálidos, en fin, diversas manifestaciones de enriquecimiento, tanto físico, como emocional o mental.
A su vez y si seguimos expandiendo los conceptos, podemos ampliar la idea aplicando la ley de atracción, ya que esta comprobadísimo que aquello en que enfocamos la atención es lo que atraemos, desde ese punto de vista, tanto la abundancia como la escasez depende única y exclusivamente de cada uno.
Una persona que cree en sí misma, tiene mayor posibilidad de triunfar pues no se deja atrapar por el miedo, lo que le permite desarrollar más creatividad y arriesgar con mayor tranquilidad cualquier proyecto que pretenda realizar.
Desde este punto de vista, la riqueza o la pobreza no es una cuestión de tener o no tener, es cuestión de cultivar valores más profundos y que potencien la vida del ser humano, que le permita enriquecer internamente, tanto para sí mismo, como para quienes están en su entorno y quizás hasta para la sociedad misma.
Existen personas que están sencillamente aterradas por la sola idea de no tener, sin darse cuenta de que esa es la actitud exacta, que hace que su riqueza se escape.Permítase el hecho de sentirse abundante, sea millonario consigo mismo y simplemente disfrute lo que tiene.
PAOLA RIOSECO PRADO
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