Con el fin de rendir un sentido homenaje al sacerdote Jacques Hamel, degollado por dos yihadistas en una iglesia de Saint Etienne du Rouvray, cerca de mil fieles católicos y musulmanes asistieron a una misa organizada en la catedral de Ruán, en el noroeste de Francia, como era de esperarse el lugar estuvo resguardado por varios militares.
Con un cartel que decÃÂa “Amor hacia todos, odio hacia nadieâ€Â, fueron recibidos los feligreses, entre los cuales e encontraban un centenar de musulmanes que respondieron al llamado del Consejo Francés de Culto Musulmán, que invitó a responsables de mezquitas, imanes y fieles a asistir a la misa para expresar solidaridad y compasión.
En toda Francia hubo velatorios interreligiosos ante la conmoción por el asesinato del padre Hamel a manos de los terroristas Abdel Malik y Adel Kermiche, ataque que fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico.
Durante su mensaje a los fieles católicos y musulmanes en la iglesia de Saint Etienne du Rouvray, el padre Auguste Moanda, recordó que “la fraternidad existe entre las dos religionesâ€Â. Con hermosos ramos de flores los devotos honraron el retrato del sacerdote Jacques Hamel.
Por su parte, el primer ministro de Francia, Manuel Valls, precisó que a pesar de los principios del laicismo, el Estado va a intervenir para estructurar el islam en el paÃÂs y liberarlo del radicalismo, pero en paralelo pidió a los musulmanes que ayuden a combatir a los que en su seno cuestionan las libertades públicas.
“Nuestro paÃÂs debe demostrar al mundo entero de forma brillante que el islam es compatible con la democraciaâ€Â, anunció Valls.
