Los concejales de la ciudad se hicieron eco de las preocupaciones de la industria del desarrollo y expresaron serias reservas sobre los planes de la ciudad para expandir su proyecto piloto de cloruro de calcio y sal este invierno.
Los funcionarios de la ciudad desean agregar casi 300 kilómetros de caminos al programa de tratamiento, modificar las aplicaciones para reducir la cantidad de sal que se usa e incluir una serie de pruebas de campo sobre la corrosión.
Varios concejales expresaron preocupación por la reunión del comité de servicios comunitarios del consejo. Por su parte, los consejeros Tony Caterina y Mike Nickel dijeron que votarían para cancelar el proyecto piloto.
El concejal Scott McKeen, expresó: “Estoy receloso de hacer este piloto un año más para ser honesto”. McKeen está preocupado de que la ciudad esté poniendo en riesgo la infraestructura pública e imponiendo costos a los residentes por los vehículos dañados y las plataformas de garaje.
El proyecto piloto de cloruro de calcio de Edmonton comenzó hace dos años con cuadrillas rociando la salmuera en carreteras de alta velocidad antes de una tormenta para evitar que la nieve se pegue.
El año pasado se expandió el proyecto y los equipos agregaron muchas rutas de autobús al plan de tratamiento y convirtieron el pavimento en su objetivo, incrementando significativamente el uso de sal tradicional.
A medida que avanzaban, la ciudad terminó usando sal mucho más tradicional que el cloruro de calcio, hasta tres veces más sal que los años anteriores.
Los residentes de Edmonton han estado llamando a la ciudad con quejas. Dicen que los vehículos ya muestran una mayor oxidación, que las bicicletas usadas durante el invierno necesitan que se reemplacen las piezas, y que los caminos privados se vean marcados por la primavera.
Dennis Peck, portavoz de la Asociación Canadiense de Constructores de Viviendas de Edmonton, dijo que los miembros vieron un aumento de la rotura o descascarillado en las nuevas almohadillas de concreto del garaje e instaron al consejo a no ampliar el piloto. “Están muy preocupados por lo que ya pasó”.
Aunque los funcionarios de la ciudad no tienen datos locales, los estudios de otras ciudades sugieren que llegar al pavimento desnudo reduce significativamente las colisiones. Usar sal también cuesta menos que la arena, pero ambos representan un peligro para el medio ambiente.
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