El primer ministro Justin Trudeau y su gabinete aprobaron nuevamente el proyecto de expansión de Trans Mountain, un próximo paso crucial para el proyecto del oleoducto, muy demorado, diseñado para transportar casi un millón de barriles de petróleo desde el pozo petrolero de Alberta hasta el B.C. costa cada día.
El gabinete ha afirmado la conclusión de la Junta Nacional de Energía de que, si bien el gasoducto tiene el potencial de dañar el medio ambiente y la vida marina, es de interés nacional y podría contribuir con decenas de miles de millones de dólares a las arcas del gobierno y crear y mantener miles de empleos.
Además de aprobar el proyecto, Trudeau también se comprometió a dirigir cada dólar que el gobierno federal gana con la tubería, que, cuando se construya, se estima en unos $ 500 millones al año solo en ingresos de impuestos corporativos federales, a inversiones en proyectos de energía limpia no especificados.
Cualquier producto de la venta final del oleoducto también se destinará a proyectos que ayuden a la transición de los combustibles fósiles a fuentes de energía más limpias.
“Necesitamos crear riqueza hoy para poder invertir en el futuro. Necesitamos recursos para invertir en los canadienses para que puedan aprovechar las oportunidades generadas por una economía que cambia rápidamente, aquí en casa y en todo el mundo”, dijo Trudeau.
Trudeau indicó que la construcción del proyecto, que ayudará a entregar el petróleo canadiense a la marea para su envío a mercados lucrativos en Asia, asegurará que Canadá no dependa de vender sus recursos naturales a un cliente: Estados Unidos.
“Como hemos visto en los últimos años, cualquier cosa puede pasar con nuestros vecinos del sur”, dijo Trudeau. “En este momento, somos prisioneros del mercado estadounidense”.
