La felicidad es hoy

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    Un día uno de tus nietos o algún familiar hablarán de lo que fue tu vida y tal vez en el mejor de los casos, resuman toda tú existencia en 30 segundos.

    Esos 30 segundos, se convertirán en el recuerdo que durará en la mente de tus generaciones futuras, entonces deberías preguntarte, ¿cómo quieres que te recuerden?

    Cuando se tiene 8 años, uno piensa que la gente nace vieja y que la niñez es eterna, cuando se llega a los 20, se cree que el tiempo se detendrá  y que la vejez es casi un imposible, pero cuando se alcanza los 50, te das cuenta que el tiempo se va entre los dedos, como cuando se empuña la arena.

    La vida es efímera, por eso es tan importante tomar conciencia y meditar si estamos haciendo lo necesario para ser felices, desde niños se nos enseñó a preocuparnos por el futuro, pero no ha disfrutar el presente.

    Muchas veces cuando nos vemos en el espejo posiblemente no aceptamos lo que somos en ese momento,  pero si vemos esa misma figura en una foto dentro de 10 años, quizás desearíamos volver al pasado.

    Para hacer cosas grandes en la vida y dejar huella no se necesita hacer descubrimientos ni ser un personaje de farándula. Se trata de estar a la altura con nuestro entorno, ya sea con palabras amables, sonrisas, tiempo de calidad compartido o las demostraciones de amor para con nuestros seres queridos.

    La felicidad no se trata de cosas elaboradas sino de disfrutar de las cosas sencillas de la vida, el aprender a dejar fluir, es fácil. La felicidad es un ejercicio que se practica a cada momento, como lo hace aquel que va al gimnasio a entrenar a diario.

    Fluir con nuestra pareja, amarlo o amarla con toda nuestra fuerza sin falsos temores, sin resistencias, eso es felicidad. Esa frase de me caso por civil por si me tengo que divorciar, es una sentencia adelantada, porqué no más bien pensar: nos casamos para amarnos con intensidad y ya el destino nos dirá.

    Enlazarnos con nuestro trabajo es sumamente importante, puesto que tal vez la mitad de la vida la pasemos en el trabajo, por eso tenemos que hacer algo que amemos, que nos deleite, hacer una sola cosa, pero hacerla bien, eso también es felicidad.

    Aportar un grano de arena a este planeta es sumamente importante, la gran tradición canadiense de ser voluntario no se debe acabar. Fluir también es sentirnos complacidos por hacer el bien, hay cientos de organizaciones que necesitan nuestra ayuda, poder devolverle a Canadá un poco de las maravillas que nos da, hará nos sintamos muy felices.

    El tejido social también es importante, tener un grupo de amigos, ir a una iglesia, pertenecer a un club, sentirnos parte de un conjunto social, es como hacer un gran paraguas con nuestras manos para proteger y protegernos, es fluir con armonía.

    Tener un espacio personal para algún pasatiempo, algo que nos apasione realmente, es felicidad.

    Muchos de los emigrantes que conozco han pasado mucho tiempo de su vida recorriendo Canadá en busca de un lugar ideal para vivir, como si la felicidad fuera geográfica, pero la verdad es que está en nuestro interior.

    No seamos expertos en posponer nuestro estado emocional, la felicidad es ahora no en el pasado ni en nuestro futuro.

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    César Rendón, es abogado, director de una fundación en Canadá. desde el 2008 es el Editor en jefe del periódico La Prensa de Canadá. Se le otorgo un reconocimiento por parte del Cónsulado de Colombia en Calgary, la Cámara de Comercio Latina de Alberta, galardono en el 2011 a La Prensa como mejor medio de comunicación.