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Obispo argentino enfrenta juicio por abuso en el Vaticano

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Obispo argentino enfrenta juicio por abuso en el Vaticano

Un obispo argentino cercano al papa Francisco está ahora en juicio en el Vaticano, acusado de abusar sexualmente de seminaristas.

El papa Francisco reveló el desarrollo en una entrevista con Televisa de México el martes. Dijo que recibió los resultados de una investigación preliminar sobre el obispo Gustavo Zanchetta hace dos semanas y ordenó que el caso fuera entregado para un juicio por un tribunal del Vaticano.

Zanchetta renunció repentinamente como obispo de Orán, Argentina en 2017 y, en pocos meses, Francisco lo nombró para ocupar un cargo en la administración del Vaticano. A través de documentos y entrevistas, The Associated Press y el Tribune of Salta de Argentina informaron que el Vaticano estaba al tanto de la conducta sexual inapropiada de Zanchetta dos años antes de su renuncia.

No obstante, el Vaticano había insistido en que Zanchetta solo enfrentaba problemas de gobernabilidad en ese momento, y que la primera acusación de abuso se produjo a fines de 2018.

Francisco reconoció en la entrevista que le preguntó a Zanchetta acerca de las primeras acusaciones contra él, hechas en 2015 y que involucraban selfies desnudas en su teléfono celular. Explicó que le dio a Zanchetta el beneficio de la duda cuando afirmó que su teléfono había sido hackeado.

Un año después, los documentos muestran que el rector del seminario de Orán estaba tan preocupado por el comportamiento de Zanchetta que le dijo al embajador del Vaticano en una queja formal que se necesitaban “medidas urgentes” para proteger a sus estudiantes de primer año, ya que sus clases introductorias se llevaban a cabo en la residencia de Zanchetta.

La queja de 2016, firmada por el rector y dos ex vicarios generales, enumera el comportamiento problemático de Zanchetta con los seminaristas, que incluyen pasear por sus habitaciones por la noche, pedirles masajes, entrar a sus habitaciones para despertarlos por la mañana y sentarse en sus camas, invitándolos a beber alcohol y teniendo una “omnipresencia obsesiva” en el seminario que hizo que los jóvenes se sintieran “asfixiados”.

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